La mayoría de estas lesiones no son dolorosas aunque sí la inflamación es severa y los "granos" son grandes pueden provocarlo. La ansiedad producida por la presencia de lesiones desfigurantes puede hacer que el adolescente las toque o pinche agravando y perpetuando la afección.
FACTORES QUE INFLUYEN EN SU PRESENTACIÓN:
- Genética: Existe una evidencia considerable que indica que el acné es una enfermedad genética ya que los padres y hermanos de muchos enfermos tienen, también, una historia de acné.
- Raza: Parecería que los individuos asiáticos y negros presentan una menor incidencia de acné y, de presentarlo, las formas leves son más frecuentes.
- Dieta: Es difícil de evaluar. Raramente el acné parece agravarse por la ingestión de cantidades excesivas de azúcar o alimentos grasos.
- Menstruación: Agrava el acné aproximadamente en las dos teceras partes de las adolescentes que lo sufren. Comienza unos pocos días antes de la menstruación y persiste alrededor de una semana, desaparece y vuelve a aparecer al siguiente mes.
- Condiciones Climáticas: El acné generalmente mejora durante el verano. En un número reducido de adolescentes es agravado por el clima caliente y húmedo.
- Sustancias Cosméticas y Medicamentos: Pueden producir acné en adolescentes susceptibles.
El tratamiento es variable y depende de la severidad de la erupción.
El tratamiento específico debe ser realizado por un dermatólogo pediatra o por un médico pediatra con experiencia en el tratamiento de esta enfermedad.
Las medidas generales incluyen una nutrición adecuada por medio de dieta balanceada. Las restricciones dietéticas raramemnte son de ayuda, aunque los enfermos deben evitar alimentos específicos que precipiten o exacerben su acné.
Debería evitarse consumir comidas condimentadas o que esten a temperaturas extremas (muy calientes o muy frías), que contengas cafeína (café, chocolate, gaseosas, té y bebidas energéticas) y bebidas alcohólicas.
Puede consumirse grasas, pero de las "buenas" como las presentes en las frutas cítricas y tomates y en los frutos secos (nueces, almendras y semillas de girasol). También, frutas y verduras de color naranja oscuro (carotenos) como zanahoria y camote.
Otros alimentos recomendados son el paté de hígado, los huevos de gallina, la espinaca y los nísperos, por su contenido de vitamina A.
Mayor información:
www.econosaludpediatrica.com